Ruta chalepensis
En la medicina
se emplea para tratar varias condiciones, por ejemplo, espasmos
gastrointestinales, parasitosis, várices y hemorroides. Por vía externa, para
tratar el vitíligo y la leucodermia y es excelente para calmar el dolor de
oídos (otalgia).
USOS: se utilizan las ramas con sus hojas, sobre todo,
para calmar los cólicos abdominales y eliminar parásitos
intestinales; como estimulante del flujo menstrual en casos de reglas
dolorosas, irregulares y débiles. En forma externa se emplea para calmar
dolores reumáticos, curar sarna, psoriasis, eccemas, conjuntivitis y como
tratamiento natural de la pediculosis. En muchas culturas, esta planta tiene
además usos mágico-religiosos; se cree que protege contra los malos espíritus
por lo que se emplea en sahumerios, ramos de “limpia”, baños, o simplemente se
coloca una maceta de ruda a la entrada de la casa.
Presentación
comercial: la planta es
generalmente de autoconsumo, sin embargo, en farmacias homeopáticas se
encuentran a la venta algunos preparados para lavados oculares.
Aspectos
agronómicos: la ruda crece en suelos bien drenados, arcillosos o arenosos y a
pleno sol. Se multiplica por semillas y esquejes. Las semillas son viables por
2-3 años y germinan en 17-26 días a una
temperatura
óptima de 12-15°C; el desarrollo inicial es lento. Se prefiere la propagación
por cortes de tallos mayores de un año, si bien enraízan con cierta dificultad;
requiere nutrientes orgánicos y químicos
y limpieza de
malezas. Se cosecha al inicio de la floración, haciendo un corte a 12-15 cm del
suelo; se seca a la sombra en un lugar bien aireado o en secadoras a no más de
35°C.
Esta planta se
debe usar en pequeñas cantidades debido a su toxicidad.
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