Menta

 Mentha piperita


La menta es una planta que combate los problemas digestivos, respiratorios, bucales, entre otros. Conocer las propiedades y los beneficios de la menta para la salud es esencial para aprovecharla en la cotidianidad en diferentes preparaciones y recetas.

La menta cuenta con un componente clave: el mentol, el cual reduce la congestión nasal, la de la garganta y los pulmones. También es eficaz en el tratamiento de la tos, la bronquitis y el asma, despejando las vías respiratorias gracias a su efecto expectorante.

La menta promueve la digestión debido a que su aroma activa las glándulas salivales en la boca, estimulando la producción de enzimas en el estómago. Alivia, además, la sensación de inflamación o indigestión.

Otro de los beneficios conocidos de la menta es su capacidad para mejorar la salud bucal, inhibiendo el crecimiento de bacterias dentro de la boca y combatiendo la halitosis. No en vano, anteriormente era costumbre frotar las hojas de menta sobre los dientes y las encías.

Reduce la presión arterial y relaja los músculos del cuerpo, convirtiéndola en un remedio natural para aliviar el estrés y la ansiedad. También puede ayudar en casos de insomnio.

La menta contiene ácido rosmarínico y eugenol, dos componentes con efectos anticoagulantes, que la hacen muy útil para mejorar la circulación en la sangre y los dolores de cabeza, un trastorno que se deriva de la mala circulación.

Un estudio dirigido por Alex Ford, investigador de la Universidad McMaster de Canadá, arrojó que el mentol reduce malestares generados por el síndrome de intestino irritable como estreñimiento, diarrea, dolores abdominales y calambres, gracias a su efecto de relajación de los músculos en las paredes del intestino.

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